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El poder transformador y evocador de la luz está en el origen del diseño de Basoaren Ametsa, una instalación artística diseñada y producida por elektr.art para el Palacio de Euskalduna de Bilbao en estas navidades de 2021. El bosque metálico que da la bienvenida a la entrada principal del Palacio, diseñado en 1999 por los arquitectos Federico Soriano y Dolores Palacios, se convierte en un bosque animado y vivo, donde las estructuras de metal y el propio espacio urbano que lo conforman, adquieren vida a través del diseño de diferentes escenas lumínicas que nos hacen viajar en un sueño donde el asfalto y el metal adquieren tintes de naturaleza urbana. 

Basoaren Ametsa
Basoaren Ametsa es un inspirador paisaje efímero y lumínico instalado de forma temporal desde el 15 de diciembre hasta el 10 de enero, e invita a la ciudadanía a descubrir la capacidad transformadora de la luz a través del diseño artístico de iluminación en espacios urbanos. La instalación invita al espectador de todas las edades a sumergirse en la profundidad de diferentes momentos y escenas lumínicas que transforman este icónico paisaje urbano de Bilbao a través de la luz. Al caer la noche, el bosque metálico despierta de su letargo y la magia de la luz nos muestra sus secretos. El uso de equipamiento lumínico y niebla artificial, genera además determinados momentos mágicos que nos hacen cuestionar el espacio temporal dentro de la propia instalación.

Basoaren Ametsa

La instalación lumínica abre las puertas a una fantasía en la que conviven la belleza de lo efímero con los juegos de luz que generan escenas visuales dinámicas, y en determinados momentos lúdicas. La alegría de un bosque animado por especies virtuales creadas a través de los juegos de luces y sombras de su imponente estructura metálica, se mezcla con escenas profundas de niebla inundada en color que nos abren la puerta a lugares desconocidos o nos invita a pasear entre los juegos de sombras de los imponentes árboles metálicos.

Basoaren Ametsa

Este inspirador paisaje efímero supone además una nueva forma de relación del espacio urbano con la propia ciudadanía, donde lo artístico convive en ocasiones con lo lúdico para mostrar las capacidades artísticas a través del uso de la tecnología, y acercarla a un público de todas las edades y de forma participativa.