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La creatividad y la innovación son conceptos fundamentales en el campo de la unión entre Arte y Tecnología. El primero de ellos está asociado al proceso creativo, a la libertad de imaginar incluso lo imposible, y el segundo, al proceso productivo, a la consolidación final de la idea primigenia. Por decirlo de forma sencilla, la creatividad se refiere a la capacidad de generar ideas originales y útiles, mientras que la innovación se refiere a la implementación de esas ideas en la práctica. En el contexto del arte y la tecnología, estas habilidades son esenciales para que los artistas exploremos nuevas formas de expresión. La innovación tecnológica, en los últimos tiempos, y en manos de los artistas es la que lleva está llevando la creatividad a niveles nunca antes vistos.

Los avances tecnológicos están transformando la práctica artística de maneras que nunca habríamos imaginado. Pero tampoco estos procesos son tan nuevos. La llegada del ferrocarril cambió la forma en la comenzamos a entender la imagen en movimiento. La fotografía supuso una de las principales revoluciones tecnológicas en el arte que cambió por completo la percepción de otras disciplinas artísticas como la pintura. El cine y la televisión posteriormente, las primeras computadoras, pero sobre todo la llegada de internet y la creciente disponibilidad y acceso total de tecnología de la información, permitió a los artistas conectarse con una audiencia global y explorar nuevas formas de creación y colaboración en línea. En la actualidad, el big data y la inteligencia artificial son las nuevas herramientas en manos de los artistas, permitiendo la exploración de revolucionarias formas de arte y creación, que en determinados casos traspasan los límites de la creación humana, cuestionando de esta forma la veracidad de la obra artística final.

La tecnología influye en el arte de manera positiva y negativa. Por un lado, nos permite a los artistas explorar las nuevas formas de expresión y ha amplificado las posibilidades y las capacidades creativas. Pero por otro lado, los artistas corremos el riesgo de una dependencia excesiva de la tecnología, lo que podría limitar nuestra propia creatividad. La idea prima sobre la tecnología, que debe ser una mera herramienta en mano de los artistas.

La creatividad y la innovación no son habilidades exclusivas del campo del arte y la tecnología. En otros campos como la salud o la industria, estas habilidades también son vitales. En la industria, la creatividad e innovación son esenciales para desarrollar nuevos productos y procesos, mejorando la eficiencia y calidad de los mismos así como de las empresas. En el ámbito de la salud, nos permite explorar nuevas formas e mejorar la calidad de vida de las personas, de anticiparnos en la detección de enfermedades, e incluso intervenir quirúrgicamente de formas antes impensables y menos invasivas.

La creatividad y la innovación son claves en el desarrollo de las sociedades globales porque permiten la generación de nuevas ideas y soluciones a problemas complejos. La creatividad nos permite pensar de manera diferente, cuestionar el statu quo y encontrar nuevas formas de abordar problemas. Por su parte, la innovación implica llevar esas ideas creativas a la práctica y crear soluciones prácticas y efectivas que generen valor para la sociedad.

Ambos conceptos juntos impulsan el crecimiento económico, la competitividad y el progreso social. Permiten la creación de nuevos productos y servicios, mejoras en procesos y sistemas, y la generación de nuevos empleos y oportunidades de negocio. Además,  son fundamentales para resolver desafíos complejos en diferentes áreas, como la salud, la sostenibilidad ambiental, la educación o el bienestar social entre otros. 

Hasta el momento hemos mencionado la innovación tecnológica principalmente, que se basa en la aplicación de los más recientes conocimientos científicos y tecnológicos. Pero cada vez más, es importante poner el foco en la innovación social, enfocada en el diseño de soluciones innovadoras para resolver problemas sociales y ambientales, y mejorar la calidad de vida de las personas. En definitiva, en poner el foco en los retos que nos plantea el futuro de las sociedades y del planeta.

La emergencia climática es uno de los campos prioritarios a abordar a través de la creatividad y la innovación en los nuevos tiempos. Los artistas podemos ser una parte clave en la búsqueda de soluciones a los problemas relacionados con la emergencia climática debido a nuestra capacidad para abordar los desafíos desde una perspectiva creativa y nada convencional. A través de nuestro trabajo creativo podemos ayudar en la sensibilización para concienciar a la sociedad sobre los efectos del cambio climático y la necesidad de tomar medidas urgentes. A través del arte, podemos comunicar de manera más impactante y emocional la urgencia de la situación y fomentar una mayor acción y compromiso.

Uno de los procesos más importantes en nuestra participación como agentes clave es el de fomentar la colaboración interdisciplinaria: Los artistas debemos colaborar con científicos, ingenieros y otros expertos para desarrollar soluciones innovadoras a problemas relacionados con el cambio climático. Al trabajar juntos, podemos abordar el problema desde múltiples perspectivas y encontrar soluciones más efectivas y duraderas.

A lo largo del tiempo, y cada ven en mayor número son muchos los artistas que se han implicado en el lanzamiento de mensajes orientados a la concienciación de la emergencia climática.

Olafur Elisason creó en 2104 su obra “Ice Watch”, una instalación efímera y en colaboración con el científico Minik Rosing, formada por bloques de hielo provenientes de Groenlandia. Las piezas heladas se sacaron del fiordo Nuup Kangerlua donde se estaban derritiendo en el océano después de haberse desprendido de la capa de hielo. La instalación se llevó a cabo en el exterior del Tate Modern y la sede europea de Bloomberg, con el objetivo de hacer visible el derretimiento del hielo y el aumento del nivel del mar.

Por su parte, el colectivo de artistas Studio Swine que trabajan en la intersección entre la tecnología, el diseño y la sostenibilidad crearon su proyecto «Gyrecraft», en el que pasaron 1000 millas náuticas recogiendo plásticos de los océanos transformando desechos plásticos encontrados en el océano en objetos de diseño. Para ello utilizaban la “Solar Extruder”, una máquina construida para derretir y extruir plástico marino utilizando el sol.

Gyrecraft

Imagen del viaje naútico del colectivo Studio Swine. Tomada de la web del colectivo de artistas.

objeto de diseño del proyecto Gyrecraft

Objeto de diseño creado mediante extensión del plástico. Tomada de la web del colectivo de artistas.

La artista e ingeniera Tamiko Thiel trabaja habitualmente con tecnologías de realidad aumentada y big data para crear experiencias interactivas y virtuales que muestran el impacto del cambio climático en diferentes lugares del mundo. En su obra “Enter the Plastoscene” nos cuenta cómo el plástico se ha convertido en un material omnipresente de los océanos del mundo, impregnando todas las capas de los mismos, desde la superficie hasta las profundidades más oscuras. 

Enter the Plastocene

Pantallazo de la APP de realidad aumentada Enter the Plastocene. MEET Digital Culture Center, 2022.

En 2020, en elektr.art creamos nuestro proyecto SEACID,  una pieza de arte y datos científicos de los Océanos que explora la relación del ser humano con el planeta y su responsabilidad a la hora de cuidar la naturaleza. La obra, creada a través de la captura y análisis de datos científicos suministrados por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, muestra la tendencia de las alteraciones de temperatura sufridas en los océanos en los últimos 140 años, haciendo hincapié en el proceso de acidificación de los océanos y desaparición de especies marinas.

Andrea Polli es una artista que trabaja con big data y tecnologías de sensorización para crear obras de arte que exploran el cambio climático y la relación entre los seres humanos y el medio ambiente. Una de sus obras más conocidas es «Particle Falls»,una proyección ambientalmente reactiva y en tiempo real, que permite a los espectadores ver los niveles actuales de partículas finas en el aire. El proyecto incluye un sistema innovador que mide la partícula más pequeña en el aire, PM2.5. El seguimiento global de esta partícula es uno de los desarrollos más recientes en aeronomía, la ciencia que estudia las capas superiores de la atmósfera. Menos partículas brillantes sobre la cascada significan menos partículas en el aire.

Además de el campo del arte, es imprescindible promover la creatividad y la innovación en todos los sectores del desarrollo de las sociedades, de forma cruzada, y todos podemos jugar un papel en ello. Os animamos a buscar nuevas formas de abordar los problemas en vuestro día a día y a involucraros en iniciativas de innovación y creatividad en vuestras comunidades locales. Potenciando la creatividad y la innovación, podemos construir un futuro mejor para nosotros mismos y sobre todo, para las generaciones futuras. Diseñemos juntos el futuro.