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No es sólo fruto de la cancelación de eventos presenciales el hecho de que artistas internacionales estén programando conciertos virtuales y utilizando las plataformas digitales para promocionar sus trabajos e incluso para realizar estrictos directos musicales o artísticos. Pero esta situación de confinamiento en la que vivimos en el 2020 sí que está amplificando su uso. Los jóvenes vienen utilizando estas plataformas desde hace años sobre todo en el entorno del videojuego, pero artistas y productores están reinventando los recintos festivos y musicales para atraer nuevos públicos y ofrecer nuevas experiencias inmersivas.

Hace más de 15 años que Second Life nos invitó a crear nuestra vida virtual paralela a la real. Suena a pasado, pero Second Life sigue estando vivo en ese mundo paralelo virtual. En él, las empresas se publicitan, los creadores diseñan espacios y objetos que otros compran, se programan conciertos virtuales, y las personas se relacionan con otras de similar forma a la que lo hacemos en el mundo real. En 2018 había más de 56 millones de personas viviendo en Second Life. Se generó entre ellas un volumen de gasto de 64 millones de dólares. La evolución tecnológica de Second Life ha ido por supuesto hacia el uso de la plataforma a través de realidad virtual. Y el crecimiento de este mundo paralelo virtual continua imparable.

Durante este escenario social de crisis sanitaria que está produciendo una enorme crisis económica, la cultura está sufriendo un varapalo del que difícilmente muchos agentes culturales vayan a poder recuperarse. Todos los eventos cancelados, lo que implica que todos los espectáculos en directo en la vida real han dejado de celebrarse dando paso a muchos (y a veces demasiados) conciertos virtuales. Y de una forma u otras impactará en el modelo de organización y asistencia a estos espectáculos en directo.

Volvamos a refugiarnos por un momento en nuestro paralelo virtual. El rapero estadounidense Travis Scott ha congregado a más de 12 millones de espectadores en su último concierto virtual de sólo 9 minutos de duración a través de la plataforma Fortnite. Astronomical es una experiencia musical y visual que realmente pertenece a otro mundo. Modelada completamente de forma digital, ha conseguido un claro paralelismo en el modelo de consumo cultural relacionado con los festivales musicales, en el que por ejemplo los asistentes al concierto han accedido al recinto musical desde una hora antes del espectáculo, al igual que hacemos en el mundo real, de cara a disfrutar de un ambiente previo y socializar con amigos y desconocidos antes de disfrutar del espectáculo. El mismo modelo de asistencia a un concierto, pero en su paralelo virtual.

Este nuevo formato de espectáculos y conciertos virtuales, abre la vía no sólo a la experimentación de nuevas sensaciones y experiencias digitales relacionadas con la cultura en general y la música en particular, sino que supone una verdadera revolución en la creación y distribución de contenidos culturales, y por qué no, de su comercialización. ¿Los 10 millones de asistentes a este espectáculo virtual de 9 minutos estarían dispuestos/as a pagar aunque sólo fuera 1 euro de acceso al concierto?. Y una vez dentro, ¿no gastan? Poco más que decir. Por supuesto al igual que en otros ámbitos relacionados con el consumo digital, el negocio está en la capacidad de generar un enorme tráfico de volumen de usuarios. Pero es igualmente un modelo adaptable a otro tipo de experiencias culturales con audiencias minoritarias. Y es necesario experimentar con estos nuevos formatos para abrir nuevas vías de producción y exhibición cultural. ¿Os suena eso de la Modernización de las Industrias Culturales y Creativas?. Pues ahora más que nunca es necesario invertir en su desarrollo.

El caso concreto de Astronomical de Travis Scott es doblemente interesante. Por supuesto la experiencia virtual en directo en la plataforma Fornite es el hecho diferencial del espectáculo, en el que estás o no estás. Yo estuve en ese concierto o yo me quedé sin verlo en directo. No hay término medio. O en este caso sí. El resultado final es además un propio producto cultural. Una pieza audiovisual de una calidad enorme, de un fuerte impacto visual y emocional. El relato da vértigo. El rapero convertido en una especie de deidad gigantesca que avanza por el mundo virtual, mientras los asistentes-jugadores-espectadores corren-bailan-jalean alrededor de este escenario futurista y distópico creando un climax sensorial de condiciones filosóficas épicas.

Travis Scott Astronomical

Fotograma del evento concierto Astronomical de Travis Scott en Fortnite

Travis Scott Astronomical

Fotograma del evento concierto Astronomical de Travis Scott en Fortnite

Travis Scott Astronomical

Fotograma del evento concierto Astronomical de Travis Scott en Fortnite

Travis Scott no ha sido el primero en experimentar con el directo virtual, aunque audiovisualmente el resultado ha sido de un enorme impacto visual y emocional. Tampoco será el último, ni de él, ni de muchos otros artistas que demandan nuevos modelos de creación y exhibición de sus obras, ya sean visuales o musicales. Y aunque no lo creamos, los espectadores, y sobre todo jóvenes no sólo están preparados sino que demandan disfrutar de estos eventos en su formato virtual, en su otra vida paralela, con su yo virtual y rodeados de sus conocidos y desconocidos virtuales. Fijaos si no, cómo disfruta este usuario-jugador-espectador de los minutos previos al espectáculo virtual mientras se relaciona con nuevos suscriptores y asistentes al concierto virtual.

Y mientras tanto estamos deseando poder volver a disfrutar de los espectáculos culturales presenciales.